sábado, 19 de febrero de 2011
El dopaje y la barra libre
El dopaje y la barra libre: "No hace falta recurrir a la 'impensable' (sic) aunque pensada y practicada extirpación del pericardio en animales que nos sugiere en su artículo Extirpemos el pericardio a los atletas el profesor López Calbet (EL PAÍS, 5 de febrero de 2011) para concluir que quienes pudieran someterse a ella, frente a otros atletas que no tuvieran esa oportunidad, tendrían una ventaja fisiológica decisiva. Esas ventajas existen ya y pueden resultar igualmente determinantes e injustas por la desigualdad en su acceso e igualmente poco recomendables desde el punto de vista de la protección de la salud: infiltraciones para recuperar articulaciones maltrechas, cámaras hipobáricas, o suplementos como la creatina, son todos métodos permitidos con los que aumentamos nuestra capacidad y sobre las que no estamos siempre seguros de que no entrañen riesgos. Muchas prácticas hoy consideradas dopantes, desarrolladas bajo supervisión médica y no clandestinamente, no comprometen gravemente la salud del deportista y no frustran el espíritu deportivo, ni el propósito del deporte, si son universalmente accesibles y no eliminan completamente el esfuerzo 'humano'."
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