Crisis y cambio climático:
Ahora que nuestros dirigentes se vuelven a reunir para decidir que no pueden reducir las emisiones de CO2, es un buen momento de repetir lo que todos sospechamos: que el cambio climático no tiene solución. No tiene solución por lo menos en este mundo, y de otros mundos, los que vengan después del derrumbe de este, nada sabemos.
El razonamiento es casi demasiado simple: Las economías se basan en el crecimiento de la producción; el aumento de la producción implica aumento en el gasto de energía y aunque las llamadas energías limpias aumentan, lo hacen sin que disminuya lo más mínimo el uso de las otras, que seguirán demandándose mientras sean rentables (es decir, hasta que se agoten).
Con esto de la crisis hemos podido comprobar lo que pasa si no hay crecimiento: histeria (por este orden) en los mercados, los gobernantes, los medios y los ciudadanos. Es necesario, por tanto, aumentar la producción, aunque lo que se produzca sea un conjunto de inutilidades. Pues, nada, ¡a producir! Pero, por favor, ¡basta de reuniones contra el cambio climático!— Miguel Rodríguez Méndez
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