Arbitrariedad fiscal:
Año 2007, Hacienda me embarga 1.200 euros por una declaración no realizada tres años atrás. Al personarme en la oficina tributaria me informan de que en 2004 tuve dos pagadores y, aunque el salario recibido de cada uno era inferior al mínimo anual establecido para declarar, esto no me eximía —como yo pensaba— de la obligación de declarar. Para mayor sorpresa (parece absurdo que Hacienda maneje el dato de mi cuenta corriente y no sepa dónde vivo) también me entero de que una parte importante del embargo corresponde a los intereses de demora y una multa disuasoria al no darme por enterado después de serme notificado reiteradamente, en el domicilio fiscal donde ya no vivía, la incoación del expediente sancionador. La última ocurrencia del Gobierno de la amnistía fiscal demuestra una vez más que mientras se indulta a los ricos de sus fraudes millonarios el pobre es un pringado que tiene que apoquinar.
¡Ya me hubiera gustado a mí pagar solo 120 euros!— Alberto Tirado Parra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario