Me llama mucho la atención la cifra de 44.000 millones de euros porque la he visto repetida recientemente para cuantificar cosas distintas, pero por lo visto coincidentes, el déficit público y el fraude fiscal.
Por un lado, es noticia reciente que el déficit público asciende a 44.000 millones, esos que tendremos que ahorrar entre todos los españoles a base de sacrificios, recortes y renuncia al estado del bienestar.
Por otro lado, The New York Times publicó que en España el 74% del fraude fiscal correspondía a grandes familias, grandes empresas y a la gran banca, estimándose casualmente en 44.000 millones, libres de la persecución de Hacienda debido a la gran influencia de estos grupos de poder. Hacienda, continuaba la publicación, se centra en perseguir a los autónomos y profesionales liberales cuyo fraude supone tan solo el 8%. Se hace alusión a unas palabras de José María Aznar que pronunció en un momento de franqueza: “Los ricos no pagan impuestos en España”.
Debo ser muy ignorante por ver una solución a nuestros males que nuestros políticos, los de ahora y los de antes, no ven: persiguiendo el fraude fiscal no harían falta recortes.— Javier Goicoechea Roso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario